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La evolución del terrorismo de ETA




Nacida a luz de una disidencia entre los miembros del Partido Nacionalista Vasco en 1959, ETA, Euskadi ta Askatasuna (Patria Vasca y Libertad, en español), a raíz de diferencias ideológicas (ETA es de ideología marxista-leninista, mientras que el PNV es conservador y católico), se adhiere a la estrategia de la “acción directa”, en consonancia con los movimientos armados de liberación que estaban surgiendo en ese decenio (revolución cubana, independencia de Argelia y movimientos revolucionarios varios, en entre otras cuestiones).


El lema de ETA es “bietan jarrai” (que en euskera significa «adelante con las dos». Esto quiere decir que con la fuerza del hacha y el ímpetu de la serpiente combatirían tanto en el frente militar como en la arena política). Su distintivo consiste en una serpiente circundando un hacha y fue ideado por Felix Likiniano, un antifranquista vasco expatriado en Francia.


Con frecuencia a ETA se la vincula con el llamado Movimiento de Liberación Nacional Vasco (MLNV), formado por distintas organizaciones independentistas vascas, que tienen unos principios comunes, dentro de lo que aclaman como izquierda abertzale (ezker abertzalea en euskera, que se transcribiría como izquierda patriótica o izquierda nacionalista). Si bien muchos elementos de formaciones consideradas afines al MLNV no avalan la lucha armada, el grupo terrorista posee un predominio central como organizadora y referente del Movimiento.


El primer crimen autoadjudicado por ETA fue el asesinato del guardia civil José Ángel Pardines Arcay, el 7 de junio de 1968, auque diversos estudiosos del terrorismo vasco sostienen que, en realidad, el primer atentado fue el 27 de junio de 1960, donde falleció Begoña Urroz Ibarrola, una niña de 22 meses de edad, como consecuencia del estallido de una bomba en San Sebastián.


La trayectoria de ETA en estos 50 años de existencia, está tapizada de cadáveres (más de 820 víctimas, cargando los civiles indefensos sobre sus hombros la mayor cantidad de muertos). El atentado más sangriento de la banda terrorista vasca se produjo el 19 de junio de 1987, cuando atacaron el centro comercial Hipercor, en Barcelona, matando a 21 personas e hiriendo a otras 45.


ETA se ha caracterizado por “decretar” cada cierto tiempo (10 en total) ceses unilaterales de fuego, siendo el último el del 22 de marzo de 2006, roto el 6 de junio de 2007.


La forma en que se financia ETA es variada. Aunque en sus comienzos recaudaba dinero de acciones delictivas, tales como robos a bancos, actualmente utiliza tres formas de financiación:


*Secuestros extorsivos: más de 70 desde su nacimiento. Varios de los secuestrados fueron asesinados luego del pago del rescate.


*Impuestos revolucionarios”: entre las formas de extorsión de ETA se encuentra el envío de epístolas amenazantes a empresarios vascos (como el caso del chef Carlos Arguiñano, de amplia trayectoria en Argentina), en las cuales se les demanda el desembolso de un determinado monto de dinero, a cambio de que sus bienes e incluso sus vidas no corran riesgo alguno.


*Empresas: ETA posee una verdadera red empresarial (con ramificaciones internacionales) que permite financiar sus acciones y blanquear el dinero recolectado ilegalmente mediante los raptos y el “impuesto revolucionario”.


ETA en Francia


ETA también opera en Francia. Para entender cómo la organización terrorista expande sus garras en territorio galo, es necesario estar al tanto de algo de historia y geografía vascas.


Los vascos nacionalistas denominan a su espacio geográfico como Euskal Herria, que significa “país del euskera o del vascuence” en castellano. El euskera es la lengua vasca.


Según la Sociedad de Estudios Vascos, se denomina Euskal Herria “a un espacio o región cultural europea, situado a ambos lados de los Pirineos y que comprende territorios de los estados español y francés. Por lo tanto, se conoce como Euskal Herria o Vasconia al espacio en el que la cultura vasca se manifiesta en toda su dimensión”.


El término Euskal Herria está presente en distintos documentos desde el siglo XVI, hasta la unión de la grafía en euskera propuesta por Koldo Mitxelena en 1968. En el escrito del alavés Juan Pérez de Lazarraga, fechado entre los años 1564/67, aparece descrito como eusquel erria y eusquel erriau, y en la traducción de la Biblia del labortano Joanes Leizarraga, publicada en 1571, como heuscal herrian o Heuscal-Herrian. Comienza a ser utilizado en español primordialmente a partir del siglo XIX, si bien en castellano ha sido más usual utilizar el término Vasconia.


Euskal Herria se halla repartida en diferentes secciones políticas-administrativas: Álava, Vizcaya y Guipúzcoa (que conforman la autonomía del País Vasco) y Navarra, en España; y Baja Navarra, Labort y Sola, en Francia.

En este último país, ETA no encarna el grave problema que sí lo es para España, aunque la utilice como vanguardia para la obtención de armamentos y explosivos, entrenamiento y lavado de divisas provenientes de sus ilícitos.


Para los franceses, el terrorismo etarra es considerado un problema exclusivamente español. Es por esto que ETA invierta tiempo y recursos desde hace años pretendiendo que Francia tome realmente en serio sus acciones y a la misma estructura terrorista. Esa atención de reconocimiento no existe hasta la actualidad, ya que para las fuerzas de seguridad galas ETA recibe el simple calificativo de delincuencia armada, a pesar de hechos sangrientos, como el asesinato de dos guardias civiles en la localidad francesa de Capbreton, el 1 de diciembre de 2007, y que fuera imputado al actualmente detenido “Txeroki”.


Aunque el aparato de seguridad galo considere a ETA como una organización criminal española, en los últimos tiempos ha colaborado activamente en el desmantelamiento de la banda terrorista vasca en suelo francés.


El trabajo mancomunado entre las fuerzas de seguridad francesa y española dio un significativo golpe a ETA en julio de 2007, cuando fue decapitado el aparato logístico que alimentaba de armamentos y explosivos a los comandos de la banda. Durante esa operación se detuvo en Rodes, en el sureste de Francia, al supuesto jefe histórico de la organización terrorista desde la década del ochenta, Juan Cruz Maiza Artola, que respondía a los alias de “Lohi”, “Pintxo”, “Patxi” y “Gurutz”. Junto con Maiza Artola también fueron apresados Iker Iparraguirre Galarraga, uno de los individuos más buscados por las fuerzas de seguridad, y Galder Biotz Cornada Arnáez. Uno y otro eran considerados por la policía como segundos en el aparato logístico de la estructura terrorista vasca.


El 20 de mayo de 2008, durante una maniobra conjunta entre la Guardia Civil española y la Gendarmería francesa, fueron apresados cuatro elementos de ETA, entre los que se encontraba el jefe militar y político de la organización, Francisco Javier López Peña, alias “Thierry”, en un departamento del centro de Burdeos, al sur de Francia. Esa operación fue posible gracias a una pesquisa de los servicios de inteligencia de la policía francesa (RG).


El 16 de noviembre del año pasado, volvió a caer la cúpula terrorista vasca en Francia. Esa vez quien resultó apresado fue Mikel Garikoitz Aspiazu, alias “Txeroki”.


Txeroki”, el máximo responsable del aparato militar de ETA, fue detenido junto a una mujer (Leire López Zurutuza) por fuerzas de la Policía Judicial francesa en Cauterets, una localidad de los Pirineos, al suroeste del país.


Presente y futuro de ETA


Aunque ETA sigue estando peligrosamente activa, en los últimos meses ha sufrido fuertes golpes, tanto a su estructura política (ilegalización de sus soportes políticos, tal el caso de Askatasuna, Gestoras Pro Amnistía y, últimamente, D3M), como a su aparato militar (detención de líderes como Javier Francisco López Peña, alias “Thierry”, Mikel Garikoitz Aspiazu, alias “Txeroki” o Aitzol Iriondo).


Durante 2008, las fuerzas de seguridad españolas lograron el número más alto de miembros detenidos de ETA, con un total de 670 (lo que supone un aumento del 35% con respecto al año 2006).


A pesar de las pérdidas de elementos humanos importantes, la banda terrorista no ha dejado de cometer asesinatos y atentados de cierta relevancia en España. Los ataques del año pasado contra el cuartel de la Ertzaintza (la policía autonómica vasca) en Ondaorra, en septiembre, el asesinato del empresario de la construcción Ignacio Uria en Guipúzcoa, el 3 de diciembre y el ataque del 31 de diciembre contra la sede central de la cadena pública de radio y televisión Euskal Irrati Telebista (EiTB), en Bilbao, son un claro signo de que ETA no tiene intenciones de abrir un diálogo verdadero con el gobierno español.


El último 30 de enero, ETA conmemoró su 50ª aniversario con un comunicado en el que expresaba que continuará “luchando” por “todos los medios” para lograr la independencia del País Vasco. En el comunicado, publicado por los periódicos proetarras “Gara” y “Berria”, el grupo terrorista atestiguó que su objetivo original “no era vencer al franquismo, sino llevar a Euskal Herria a la libertad”. En uno de los párrafos del comunicado afirmó -sin más datos y en una clara muestra de ignorancia hacia su supuesta zona de “representación”- que desde su creación, “las cotas de adhesión a la independencia (del País Vasco) son superiores a las de hace 50 ó 30 años”. ETA reiteró en dicha esquela que “nació con la revolución cubana”.


En febrero de este año se conoció un documento interno de ETA, secuestrado por la policía española en un allanamiento, datado a fines de 2008 (antes que se concretaran otras operaciones en su contra), que resulta revelador. En este documento, la banda terrorista hace una fuerte autocrítica interna y admite que las disposiciones policiales y judiciales adoptadas en los últimos años la han “asfixiado” y considera que su aparato político ha hecho tan mal las cosas que debe “asear su casa”.


Entre los párrafos destacables del memo autocrítico interno de la banda terrorista vasca, se destaca su previsivilidad: “El conocimiento exacto que tiene el enemigo de nuestro funcionamiento ha convertido a la organización en muy previsible en su forma de actuar”.


Sin embargo, el documento no habla de deponer las armas, ni de entablar un diálogo franco con el Estado español. “El balance de los últimos años nos expresa el agotamiento de un ciclo”; “los errores repetidos durante años nos exponen la necesidad de efectuar un cambio organizativo total para poder garantizar su función político militar en esta fase”, para “crear una organización de futuro efectiva y ágil”.


Lamentablemente, la experiencia nos indica que cuando una organización terrorista se encuentra agotada en cuanto a su norte político-militar, siempre recurre a alguna acción desesperada de envergadura como forma de auto renovación (tal el caso de la organización terrorista argentina Montoneros, por ejemplo, que en 1979, cuando sus células ya habían sido diezmadas, su cúpula estaba exiliada en Cuba y sus miembros dispersos por América Latina, ordenó la llamada “contraofensiva” contra la Junta militar que gobernaba el país desde 1976. La operación terminó con todos los que participaron en ella muertos o encarcelados). Esto es: un gran atentado o el asesinato de alguna personalidad importante. Hasta ahora, las fuerzas de seguridad españolas han evitado que esto se lleve a cabo, como el frustrado intento de ataque contra objetivos turísticos en el verano de 2004. Tratándose de una organización tan sanguinaria como lo es ETA, los ojos y oídos del Estado español -y aun los del mundo- deben estar siempre atentos.


Agustín C. Dragonetti

Para CIIST-Europa


 
 
 

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